Marcas

No cabe duda que vivimos actualmente en una sociedad en que proliferan las imágenes y que bajo el prisma del marketing se busca que la percepción de una marca disfrute del mejor reconocimiento en su sector.

La marca es una de los rasgos más importantes que permite identificar a una entidad o persona y posicionarla en la sociedad. De la marca, el logotipo y el nombre son quizás los elementos que más coadyuvan a ese reconocimiento.

Conscientes de ello y tras un proceso de análisis de los valores y principios que se quieren proyectar a través del CABYC y la Escuela AIKIDO CÁCERES, se adoptaron los siguientes Logos o elementos distintivos.

LOGO DE LA ASOCIACIÓN CENTRO DE ARTE BUDO Y COMUNICACIÓN

Un círculo, dibujado a pincel en negro, es el Logo con el que la Asociación Centro de Arte, Budo y comunicación va a ser reconocida y diferenciada en el ámbito del estudio y divulgación de las artes marciales. El círculo, evoca el “hara” o centro vital del individuo y el nombre, en tipografía “Skia”, remarca la importancia que el arte y el budo ocupa en su actividad de divulgación. Ambos resumen el conjunto de valores que conforman la personalidad de la entidad.

LOGO DE AIKIDO CÁCERES

Para «Aikido Cáceres«, la escuela que desarrollo a través de la Asociación, también tiene su Logo que es Marca Registrada Nº 3.528.792

El logo se conforma por el ideograma japonés de AI de la palabra Aikido, perfilado sobre un fondo gris y flanqueado por las palabras Aikido Cáceres. El ideograma significa “Armonía” y resume el principio básico del arte del Aikido que se busca seguir en la escuela. El nombre, escrito en tipografía “Candara”, flanquea el Logo por su parte superior e inferior.

LOGO DE KATORI CÁCERES

Para «Katori Cáceres» se utiliza la figura estilizada de una torre (Tenshukaku) sobre un fondo blanco y flanqueado por las palabras Katori Cáceres. Tenshukaku es el nombre con que se designa el «torreón principal» de un castillo medieval japonés y que constituía la última posición defensiva contra las fuerzas invasoras. Constituían también símbolos importantes que indicaban el prestigio del señor del castillo, cuando los Shogunes y Daimyo hicieron de ellos sus residencias habituales y sedes de gobierno.